Friday, December 29, 2006

¿Que pasó al final?

- No sé qué dec...
- Esta tarde llamé a tu madre. Conservaba aún su número. Me dijo que podía encontrarte aquí... Oye, hace frío, vamos a algún sitio?
Ella rehuía su mirada, escondía sus ojos entre la niebla de confusión que se apoderaba de aquél rincón.
- No, mira.. Verás... No puedo. Me esperan dentro...

Con gesto serio quiso buscar en el interior del bar alguna cara conocida...
- Está bien, lo entiendo... Sólo quería hablar contigo un rato, no te robaré más que dos minutos.
- Sí... Bueno Sergio, es que me has pillado por sorpresa... Si quieres me llamas y quedamos otro día... Entiéndelo. Ya han pasado más de cinco años. No he sabido nada de ti durante todo este t...
- Cómo está tu vida?
- Tal y como la dejaste...

El joven agachó la mirada y clavó sus ojos en el suelo, como si sus pies fueran a darle la frase perfecta en este momento tan frágil. Ella observó aquel manojo inerte de recuerdos que se sostenían por inercia frente a ella. Buscó en él lo que tanto echó de menos durante largos e interminables meses... Estaba tan convencida de haberle olvidado, que ahora le costaba tanto acordarse de él... Acordarse simplemente de un momento juntos. Acordarse de aquella luz cuya oscuridad ahora hacía perder a cualquiera.

Tras los pedazos de hielo que habían sido lanzados durante los segundos de un largo minuto, Sergio decidió despegar los labios.
- Marta... he venido hasta aquí porque necesitaba pedirte perdón. Necesitaba pedirte una segunda oportunidad.

Las segundas oportunidades no existen, salvo para el remordimiento. En la calle se recortaba un aire frío, helado, que hacía difícil la respiración. Marta intentó reunir todo el valor y las fuerzas posibles para no desplomarse ahí mismo. Le costaba respirar, y sus ojos se le empañaron en un instante.

Durante todos esos años buscó ese 'algo' de Sergio en todas las personas que conoció. Nunca encontró nada parecido. Ninguno que le diera tanto en tan poco. Esperó largos días que nunca terminaban. Esperó miles de noches agarrada a una almohada que se enredaba en lágrimas de soledad. Aguardó incontables horas en su portal viéndole aparecer, regresar... Ahora, después de todo este tiempo esperando, le tiene a menos de un metro, a menos de un abrazo. A centímetros de un beso. Y su corazón se para, su vida sigue, y sus miradas se vuelven a cruzar.

Con un hilo de voz, e intentando dibujar una sonrisa en los labios, murmura..
- Hoy es tan tarde...
- Por favor, no lo digas... Por favor..
- Sergio, tú lo elegiste así.
- Durante este tiempo quise volver, pero estaba confundido. Pensé que había encontrado en muchas ocasiones a la persona adecuada, la persona que te reemplazaría, que llenara todo el vacío que tú dejaste ese día. Pero al final todas se iban. Todas resultaban ser una más, una cualquiera que ahora me cuesta recordar... Ahora tengo 22 años, Marta, sé lo que hago. Sé que te necesito a ti, a nadie más. Sé que si después de tanto tiempo nadie me ha hecho olvidarte, nadie ha conseguido superarte...
- Esto no es ninguna competición... Se trata de nuestras vidas. Tú jugaste con la mía. Y jugaste sucio. Las trampas no me gustan, Sergio... Y una mala jugada mancha el nombre de cualquier campeón. Ganaste tú, no te lo niego, pero nunca más..
- Prometo...
- Sabes acaso el significado de esa palabra?
- Marta, por favor.. Yo.. yo te quiero...
- Querer? Pensaba que no entraba esta palabra en tu diccionario...
- No te hagas la dura, sabes que nos necesitamos..

Marta dudó por un instante, le miró a los ojos por primera vez y con gesto serio pronunció..
- He encontrado a una persona. Es un buen chico. Me gusta. Me cuida como nadie, y se preocupa por mi felicidad. Me hace feliz. Me quiere... Y le quiero.
- De verdad estás tan segura?
- No me lo pongas más difícil..

Sergio la miró a los ojos y la sonrió. Marta por primera vez en toda la tarde encontró lo que buscaba en él. Vio el adolescente de siempre. Más delgado. Con otro brillo en sus ojos. Con gesto más viejo, quizás. Pero con la misma sonrisa con la que le conoció el primer día. La misma sonrisa que le robó su primer beso... Con ese gesto se despidió, se dio la vuelta y se dispuso a irse. Marta le sujetó el brazo.

- Aún es pronto para que te vayas...
Él, como si ya hubiera predecido su reacción, y seguro de que ésta era su última y única oportunidad, la cogió de la mano y con un susurro al oído murmuró..

- Puedo besarte..?

5 Comments:

Blogger mtg said...

Madre mia!!!
ahora estoy demasiado impresionada como para escribirte un comentario coherente...volveré luego.

2:09 AM  
Blogger Soñadora said...

DIOS!!!!!! me has dejado helada!!!!!
Eso es lo que esperamos todas las chicas, lo que soñamos y sabemos que es muy difícil que ocurra....
Ojalá me pasara eso a mí.
encima me has dejado en la intriga de........VAS A ESCRIBIR MÁS POST DE ESTOS¿?¿?¿? ME ENCANTA!!!!!

muchos besos
(sabes que tu novio feo jamás será mi novio feo ;) )

soñadora

3:17 AM  
Blogger Reivaj said...

Estupendo! Me alegra que escribas! Me ha gustado mucho. Gracias.

7:14 AM  
Blogger Firenze said...

Qué bonito... y qué envidia me da Marta, yo también quiero :)

Feliz año y ¡Hola!

Fi.

11:18 AM  
Anonymous Anonymous said...

hola!!!k m he pasado a ver tu blog y m he encontrao esto...k bonito!!!d donde lo has sacado¿¿??ohhh
en fin...k esta mu bien el blog este eh?ya m pasare mas a menudo a ver k pones...muxos bss!
adri

6:34 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home

adopt your own virtual pet!