-Es que no sé qué hacer, el miedo siempre ronda la mente...

-no te preocupes, no hay nada que temer..

-Lo sé, pero nunca te ha pasado que encuentras algo que siempre has deseado, lo guardas con cariño y puedes salir a la calle; que llueva y te mojes. Puedes ir desarreglada, y que te vea la gente, pero lo que no puedes es permirtir que aquello se rompa..?

-Claro que sí..

-Pues bien, eso es lo que siento. Inevitablemente le tengo afecto. Lo sé. Sé que siempre me he controlado a mi misma y he intentado de que las cosas nunca se me vayan de las manos, pero he de admitir que esta vez he fracasado.

- De verdad?

- Tal y como lo oyes, no he podido hacer nada para evitarlo. Fue repentino, una sensación que me atrajo desde el principio. Curiosidad de saber cómo era, y nada más saberlo intentar dar lo posible para que las cosas fueran bien..

-Y van bien?

-Yo creo que sí. Al menos no se me borra la sonrisa de la cara, el resto de mis amigas dicen que la cara que se me pone cuando hablo de él no tiene precio... Pedirle que abandone mi pensamiento durante un tiempo es imposible. Cerca o lejos, quiera o no, siempre está.

-De ké miedo hablas entonces? Deja que todo surja, no le des vueltas.

-Cierto. Eso debería hacer, pero nunca se puede obligar a un sentimiento que abandone. El hecho de pensar que cualquier acto sería capaz de distanciarnos, me entra pánico. Y si llega el momento en el que soy tan incosciente de hacer alguna barbaridad y luego arrepentirme? O viceversa! Aunque algo que me sorprende, es que confío más en él que en mí misma...

-Eso es posible?

-Jamás lo pensé, pero creo que estoy segura de ello. No digo que le conzca de toda la vida, pero ese apoyo que alguien es capaz de ofrecerte, esa sonrisa, su poder de hacerte reír, su persistencia de estar siempre allí, de no abandonar, de querer lo mejor...Quieras o no, hace que caigas creyendo plenamente en él. Sin embargo yo, me miro ante el espejo. Y qué tengo? Comparada con él...Poco. Eso no quiere decir que yo no dé nada por él sabes?

-Ya, ya te entiendo..

- Porque yo de hecho hago todo lo que puedo, y lo mejor que puedo. No me gusta ser menos, y no me gusta decepcionar a nadie, aunque seguramente lo haya hecho má de una vez...Sé que la intención es lo que cuenta, y si en algún momento no soy lo suficiente, sólo pido que me perdone y que tenga paciencia..

-Tal como dices, seguro que la tendrá, no te preokupes.

-Ayer fue un día especial. Quizás me inculcaron demasiadas fantasías de pequeña, pero ayer fue distinto. No porque le viese o porque hiciésemos algo que sobresaliera de lo normal, pero ayer se me hacía tan confortable hablar con él..No quiero decir que otras veces no lo fuese, solo que ayer, especialmente.

-Jajajaja, que chica..

-No, en serio. Me hizo sentirme..nosé, valorada. Por un momento pude llegar a notar el aprecio que me tenía, y te aseguro que me pudo llenar más que cualquier otra cosa.. De hecho sus palabras son las que me dan ánimos para empezar el día siguiente. Sería interminable sin él. Sólo espero madurar con el tiempo, y dar cada paso correctamente. Siempre he sido tan torpe, y muchas veces no sé apreciar las cosas. Tengo ganas de cambiar, de crecer, de ser mejor persona..y espero que él me pueda ayudar...

Y así mismo se pasó la noche entera conversando. Con quién? Nadie lo sabe. De lo que sí que estoy seguro, es de que se acostó con una tierna sonrisa. De vez en cuando incluso seguía murmurando sobre sus anécdotas y pensamientos relacionados con él...

Al penetrar la noche sus murmullos fueron ahogados por el silencio. Sin embargo la oscuridad no fue capaz de apagar esa expresión de felicidad de su rostro...

Al despertar al día siguiente y asomarse por la ventana, vió que había llovido. Ella odia la lluvia, la entristece, pero hoy le daba absolutamente igual, nada iba a cambiar su buen humor.

Ni nadie.

O bueno, quizás sí.

Decidida escribió algo ilegible sobre el vaho del cristal. Tras acabar, lo miró. Decidida y satisfecha de su esbozo, cogió su mochila se puso el abrigo y salió por la puerta..

...tarareando una alegre melodía..