Hasta que llega uno que te complementa, con el que encajes...

Dicen que la ilusión se pierde tarde o temprano, existirá ese alguien que sepa guardarte una sorpresa para cada momento?

Para cada bajón, para cada segundo...

Él estará allí para cogerte de la mano cuando tengas que saltar, para ofrecerte un hombro cuando necesites llorar..

Él es aquel que sonríe cuando lo haces tú, el que te hace mirar todo positivamente..

Gracias a él lo malo sale desiquilabrado en la balanza, porque lo bueno rebosa por las esquinas...

Y qué más dará que se caiga el cielo, qué importa si hoy llueve... SI ÉL ESTÁ CONTIGO...

Es cierto que a veces se esconde, que es difícil buscarlo... También es verdad que la ilusión y la esperanza es la que trata de convencerte de que él existe, de que el escondite es su juego favorito, aunque a veces las noches nos tienten a dudar si al igual que descubrimos que los reyes magos eran una ilusión, esta situación es tan sólo una más...

Recorrer tantos caminos, empezar días soleados, caminar con sonrisas, y descubrir que llegan a ninguna parte... Que debes volver, y escoger otro, y resulta que cada uno de ellos los empiezas con buen pie, que por más que fracases algo dentro de tí te dice que no desistas, que lo bueno está por llegar... Y tú te preguntas qué es lo bueno, qué es? Es acaso aquél al que dejaste escapar? O quizás fue eso que no supiste aprovechar.. O algo que tarde o temprano tendrá que llegar...? Es entonces cuando acudes a la imaginación. En esos momentos, es cuando hablas con una persona y te sorprende tanto que el miedo vuelve a invadirte. Y si es cosa de tu imaginación...?

Si siempre a salido mal, debemos tratar de admitir que esta vez será igual, para qué ilusionarte con algo que tiene final? De qué sirve pensar que la espera a valido la pena si ese pensamiento a cruzado mil veces tu mente y a acabado en dunas, siempre igual.. A veces odias meditar, porque es cuando descubres que sólo tratas de engañarte a tí misma, es cuando desmientes tus propias mentiras, cuando te autoconvences de que Papá Noel jamás existió... Y sonríes. Contradictorio, pero lo haces. Con una mueca, sonríes, consolándote de tu ingenuidad, de tu poder de autointroducirte en un mundo en el que tú misma creaste, y por consiguiente, sólo tú sabes que no es real...

Y allí es cuando te metes en la cama, y te concedes el privilegio de soñar. Dejas que tu mente vuele más allá de la imaginación, que cree todo aquello que tú siempre quisiste que existiera pero la experiencia te dió a entender que no es posible.. Esas son las noches que hacen que al día siguiente te despiertes con una sonrisa... las noches que han encendido algo en tu interior, animándote a buscar, a experimentar, a arriesgarte aunque sea lo que menos te guste... Te tienta a tirar el miedo x la borda y andar mirando hacia delante, y no hacia atrás...

Esos son los días que te miras al espejo y sonríes, pensando:

Buen intento de felicidad...

Otra vez será...

Vale! Lo admito!

Cuando me miraste por primera vez, no sentí nada. Nada en absoluto. Ni tu presencia, ni tu mirada, ni tus palabras. Cuando quedamos para tomar ese café del que tanto hablaste durante semanas, fue por lástima. Pensé que todos se merecen una oportunidad, aunque no sirviese de nada.. Me caías bien, pero no vivía esa ilusión que tú notabas entre los dos. No era capaz de mirarte con los ojos que tú me mirabas. No sabía cómo parar esa bola de nieve que se hacía cada vez mayor sin romper tu corazón en mil pedazos.

Describiría nuestro primer beso como: sin sabor, sin sentimiento. Vacío.

Las tardes que quedábamos como obligación, sin calor. Cuando me cogías la mano sólo conseguías que la angustia se revolviese dentro de mí. Esos abrazos que ofrecías con toda la felicidad del mundo...

Nosé, no era capaz de sentirlos. No llegaban a mi corazón, lo siento... Siento haberte hecho vivir esa farsa, ocultándote que tu pieza y la mía no encajaban. Siento no haber cerrado los ojos durante todos estos besos, y no haberme complementado contigo cuando lo hicimos por primera vez. Siento si disimulé mal mi falsa sonrisa cuando me entregaste ese anillo, siento no haberte dado todo lo que te merecías, pero es que no supe cómo...

Hasta el día én que escuché tu conversación con tu mejor amigo al teléfono.

Tú lo sabías..Lo sabías desde el primer instante, que jamás te había querido como tú a mí. Que nunca canté nuestra canción con la alegría que tú lo hacías..

Sbías perfectamente que todo eran muecas, actuaciones..Pero aun así tuviste fe en mí. Hiciste todos y cada uno de los días lo mejor por mí. Aquel día que pensaste que seguía dormida, fue en el que me di cuenta de que era la persona más feliz del mundo. Me acariciabas el pelo con la mayor dulzura del mundo, mientras me sonreías cálidamente, como si yo misma fuese lo que te llenaba. Como si yo valiese lo suficiente como para alegrar tu vida. Como si sólo me necesitases a mí para ser feliz...

En ese instante me sentí tan útil, tan preciada, tan especial..Pensar que yo era la guinda de tu vida, el brillo de tus ojos..Y que tu hacías lo que fuese pese a mis peros y a mis rechazos, lo que fuese por vencer ese escudo que yo puse ante el amor.

Y hoy puedo decir que lo has conseguido. Que no importaba el miedo que yo tenía por no amar en la vida. No importaba el poco futuro que esperaba de nosotrs. No importaba que no fueses el chico tan guapo que siempre soñé porque tú eras capaz de dar por mí, más de lo que yo daría por mí misma. Eras capaz de tener más paciencia y fe conmigo que mis amigos, que mi familia... Sabías ver en mí lo que nadie veía, y tuviste la esperanza de que algún día aprendería, de que si te esforzabas lo conseguirías...

Y tenías razón...

Gracias por quererme incluso en días de lluvia, por decirme lo guapa que estoy los días sin arreglar, consolarme diciéndome lo mucho que me quieres cuando te digo "te odio"..

Porque eres capaz de verme a través de cualquier disfraz y creer en lo que yo jamás creí que existía...

Querido diario:

Hoy ha sido un día agotador, sin embargo, él ha caído constantemente en mi memoria, de vez en cuando me daba fuerzas para seguir adelante; aún así esto no debe de ser muy sano...

Intento hablar lo menos posible del tema, sé cómo acaban estas cosas. Empiezan demasiado bien, y acaban imposiblemente peor...

Pero he de admitir que no aguanto mis ganas de expresarme, así que lo haré de la manera más discreta posible.

Estos días he podido experimentar diferentes sensaciones: de alegría, de tristeza, de ansia, de vergüenza, de añoranza... Pero el miedo era un personaje que nunca abandona su papel. No importa el capítulo que sea, que él siempre interpretará su guión y permanecerá allí.

Dicen que el miedo sólo abandona en momentos de confianza. Una vez creí haberlo vivido, pero que raro, estaba equivocada...

Cuando te acostumbras a algo bueno, te cuesta volver a lo antiguo. Por eso tengo miedo, ya que si algo fuese mal, no sabría cuándo este hueco que había se volvería a rellenar.

Yo pedí x reyes alguien con quien estar, que me diese seguridad. Pagaría lo que fuese por borrar el miedo de esta película, pero es realmente imposible. Alguien que te cuide, que te quiera y que no tenga miedo a demostrarlo...Sería bonito no? La imaginación da lugar a muchas puertas abiertas imposibles de alcanzar, por eso, mejor no imaginar.

Alguien me dijo una vez que lo que todos queremos es estar seguros sobre los sentimientos de esa persona, pero a su vez, no queremos dejarle las cosas seguras... Y es cierto, por eso, cuándo se sabe que la inseguridad es, o no, ficticia?

Sé que yo he cometido muchos errores en mi vida, y ahora que llegó alguien a quien aprecio se me irá de las manos.

De verdad que no te imaginas lo que deseo que él sienta lo mismo que yo...

Tengo la esperanza(aunque sea algo atípico en mí...) de que en algún momento yo pierda el miedo. Momento en el que sepa que haga lo que haga, que ocurra lo que ocurra será demasiado débil como para afectar a lo que 2 personas sienten...

Tú también crees que no lo hago suficientemente bien, verdad? Sí, yo creo que eso afecta. Sólo sé que intento ser lo mejor para él, y que él piense lo mismo...

Yo sé que el valor que me pueda dar a mí misma, depende del valor que él me atribuya y aprecie... Que la inseguridad será algo que sólo él me pueda arrebatar, y mis defectos serán problemas que él pueda eliminar...

Medito demasiado, y mi intención no es para nada asustarle, pero esq el miedo me corroe por dentro. Siempre las relaciones empiezan así, dios quiera que el final sea algo más original.

Yo sé que por alguien que me haga ser mejor día a día y que sea incapaz de borrar mi sonrisa, haría cualquier cosa.

Soy impaciente, pero sé que la clave está en esperar...

Dile de mi parte, que yo intentaré hacer todo lo mejor posible, y que si no le agrada, será debido a que haga lo que haga, aunque sea lo mejor que le pueda entregar, jamás será suficiente para él.

Sólo espero que eso no ocurra, sólo espero que las ganas de tener alguien con quien estar, sean mutuas...

Podría pasarme la noche en vela escribiendo razones y tratando de plasmar todos y cada uno de mis pensamientos..Pero a quién voy a engañar, todo se reduce a él.

Bueno, ya dejo de agobiarte. Si te pregunta simplemente dile GRACIAS y que pase lo que pase estaré aquí, para cuando me necesite...

"Dicen que en una relación siempre hay uno que quiere más que el otro.. Dios, cómo desearía no ser yo."

-Un día inesperado.

Todos queremos tener a alguien que nos quiera, y al que queramos a la vez.

Queremos estar seguros de su amor; sin embargo, no queremos que esa persona tenga tan claro el nuestro.

Sólo un factor juega en estas ocasiones:

Miedo

Que a la vez desencadena otras situaciones...

Miedo es lo que sentimos, y el miedo es lo que da lugar a la inseguridad.

Somos seres inseguros.

Cuántas veces has muerto por abalanzarte encima del otro?Cuándo no has sentido ganas enormes de llamarle durante cada hora, o hacer locuras por esa persona...?
Seguro que infinitas veces has tenido ese mariposeo que has querido manifestar pero..

Pero no lo hiciste.
Por miedo.

Por miedo a que él no lo viese adecuado, por miedo a lo que pueda pensar..

O por miedo de sentir algo que él no sienta.

Tenemos miedo de correr demasiado en ese camino, de coger tanta velocidad y de no poder frenar a la hora que nos encontremos con un abismo...

Por otro lado sí que queremos que esa persona actúe de tal manera. Sí que nos gusta que nos den mimos, que sean cariñosos o nos sorprendan, que..

nos demuestren que nos quieren.

Y en el fondo también es por miedo..Por miedo tú no lo haces, pero el hecho de que él sí, te da la seguridad de no caminar sola en este trayecto..

De tenerle a él.

Todos tenemos miedo a caer, es el motivo por el cuál nos ponemos esa coraza..

Esa coraza que intetamos que nos proteja de todo mal y daño..Que a la vez es un obstáculo para aquellos que quieren entrar...

Durante ese camino, muchos caen en el intento de formar parte de tu vida. Tratan de llegar a tí, y creen que es un hecho fácil, al igual que herirte...

Por eso, los caprichosos se rinden en el camino, y sólo aquél que de verdad te aprecia, aquél al que de verdad le importas, es el capaz de quitarte esa coraza...

Y al que por ayudarte a dejarte querer, y aprender a querer, no le olvidarás jamás..